Es el nombre con el que se les conoce a tres cuerpos humanos excepcionalmente conservados por el frío, con una antigüedad aproximada de 500 años, encontrados entre el 17 y el 20 de marzo del 1999 en el volcán nevado Llullaillaco en la cordillera de los andes, entre la provincia de Salta (Argentina) y la provincia de Antofagasta en Chile. Corresponden a una adolescente de 15 años (conocida como La Doncella), una niña de unos 6 años (la Niña del Rayo) y un niño de 7 años que fueron ofrendados con fines rituales durante el apogeo del estado quechua del Tawantinsuyu, cuyos líderes políticos supremos eran los Incas.
La expedición estuvo co-dirigida por el arqueólogo de montaña estadounidense Johan Reinhard, acompañado por colegas argentinos y peruanos, quienes descubrieron el sitio sagrado a más de un metro y medio de profundidad.
Video 1 de 6 de National Geographic
Tres Niños en la cima de un volcán
El mundo inca dedicaba especial atención al calendario agrícola. Una de sus fiestas principales, la Capacocha o Capac Hucha , se realizaba en tiempo de cosecha. Para los Incas, los sacrificios de niños no servían únicamente para ofrenda a los dioses, los pequeños sacrificados estaban considerados como embajadores del más allá. A veces las familias ofrecían la vida de uno de sus hijos, pero en otras ocasiones el sacrificio les era impuesto.
Elegidos por su perfección física o por su condición política y social, los niños fueron conducidos a la cima del volcán (en lo que es la tumba inca a mayor altura encontrada), el "punto más cercano al Sol", para convertirse en dioses vigilantes y protectores de las comunidades bajo el imperio incaico.
La Doncella del Llullaillaco.
de unos 15 años, estaba sentada con las piernas cruzadas, sus brazos apoyados sobre el vientre y su rostro mirando en dirección opuesta a la "Niña del Rayo".
Su rostro fue pintado con un pigmento rojo y arriba de la boca se observan pequeños fragmentos de hojas de coca.
Según los investigadores, posiblemente esta joven haya sido una "aclla" o "virgen del Sol" educada en la "Casa de las Escogidas" o "aclla huasi", un lugar de privilegio para las mujeres en los tiempos incaicos.
La Niña del Rayo
De un poco más de 6 años, estaba sentada con las piernas flexionadas, las manos semi-abiertas apoyadas sobre los muslos y su rostro en alto mirando hacia el oeste-suroeste.
La niña lleva puesto un "sacu", vestido marrón claro ceñido en la cintura por una faja multicolor, y sobre sus hombros lleva una "lliclla", un manto marrón sostenido por un "tupu" (broche o prendedor) de plata.
El Niño
"El Niño", de 7 años, estaba sentado sobre una túnica gris con las piernas flexionadas y su rostro -en dirección al este- apoyado sobre las rodillas.
Como todos los hombres de la elite incaica, llevaba cabello corto y un adorno de plumas blancas.
Está vestido con una prenda de color rojo; tiene en sus pies mocasines de cuero con apliques de lana marrón, con tobilleras de piel de animal, y en su muñeca derecha lleva puesto un brazalete de plata.
Artefactos
Distintos elementos tales como sandalias o ushutas, bolsitas de piel de animal conteniendo cabello del niño, un saquillo tejido o chuspa, engarzado con plumas blancas, estatuillas masculinas de valva de spondylus y un aríbalo de cerámica, uncu o túnica tejida, de objetos de cerámica de formas y estilos típicos incaicos (aríbalo, vasija con pie, jarrito, platos ornitomorfos) y de elementos textiles tales como chuspas, fajas arrolladas y una pequeña vincha. Presentaba keros de madera en miniatura, un peine de espinas y trozos de carne seca o charqui. Se recuperaron asimismo estatuillas femeninas de oro, plata y valva de spondylus. Elementos de cerámica en miniatura, de típico estilo incaico. bolsas o chuspas; mocasines de cuero y sandalias, vasos o keros, y un conjunto de estatuillas femeninas alineadas."
Fuentes: Museo, Nationa Geographic
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