Un rey fue hasta su jardín y se dio cuenta que sus arboles se quejaban y morían.
El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.
El Pino, caído porque no podía dar uvas como la Vid.
La Vid se moría porque no podía florecer como las Rosas.
La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble.
Entonces encontró una planta, una Fresia, floreciendo y más fresca que nunca.
El rey preguntó: ¿Cómo es que creces saludable en medio de este sombrío jardín?
No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias.
Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: "Intentaré ser Fresia de la mejor manera que pueda".
Ahora es tu turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mírate a ti mismo.
No hay posibilidad de que seas otra persona.
Puedes disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor, o puedes marchitarte en tu propia condena...
Un cuento de Jorge Bucay
1 comentarios:
El amor es una fuente que motiva todo.
Saludos,
Postes de madera
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