El torero sevillano Julio Aparicio, que venía de cortar dos orejas en la plaza francesa de Nimes, sufrió este viernes una escalofriante cornada cuando toreaba al primer toro de su lote. cuando iba a probar el toro por el pitón izquierdo. Después del primer muletazo se tropezó con los cuartos traseros del toro, se cayó y, cuando se estaba levantando instintivamente, el toro le infirió una cornada en la barbilla que le atravesó la boca.
Rápidamente fue llevado a la enfermería, donde fue operado de urgencia. Al término de la intervención fue trasladado al hospital Doce de Octubre, donde a las once y media de la noche volvió a entrar en quirófano para una segunda operación que duró casi seis horas y en la que, según los médicos, "todo ha ido bien". Por regla general, quienes estamos en contra de las corridas de toros lo estamos en contra de cualquier otra práctica violenta que conlleve el sufrimiento de cualquier ser vivo. Resulta vergonzoso hacer un espectáculo de una tortura. ¿Acaso un animal no sufre? Pues sí que lo hace, y mucho. Los mamíferos tienen un sistema nervioso muy parecido al nuestro. Sino échale un vistazo al libro del etólogo Mark Bekoff, La vida emocional de los animales.
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