(http://hcovenass.blogspot.com/) Bill Gates ha decidido calentar el debate nuclear en Estados Unidos asegurando que una nueva generación de reactores puede ser “el milagro energético” que necesitamos.
Gates ha hecho público su “credo energético” en un foro tremendamente simbólico: La conferencia TED, punto de encuentro de la vanguardia científica y cultural de todo el planeta, donde asistieron más de 1.500 personas al discurso de Gates. "Las computadoras y las vacunas han sido hasta ahora mis dos pasiones”.
Gates criticó a los escépticos del cambio climático (“ya seguirán nuestros pasos cuando vean que es la “otra” opción es la más barata”) y prometió concentrar a partir de ahora sus esfuerzos en soluciones energéticas que, en su opinión, serán necesariamente nucleares, geotérmicas, eólicas, termosolares o solares fotovoltaicas.
Gates puso sobre la mesa los problemas de espacio, almacenaje y construcción de redes eléctricas. Reconoció también los obstáculos a los que se enfrentan las centrales nucleares –costes, residuos, seguridad- pero vaticinó la llegada “de una nueva generación de reactores que nada tiene que ver con la noción que hasta ahora teníamos”.
Con el Power Point como arma de persuasión masiva, invitó a la concurrencia a tomarle la medida al reactor de Terrapower, que está diseñando un equipo de científicos entre los que figuran su amigo y ex jefe de tecnología de Microsoft, Nathan Myhrvold.
Si la solución nuclear no funciona, Gates se mostró incluso dispuesto a abrir el debate sobre la geoingeniería, con soluciones como inyectar sulfuro en la atmósfera. Su “conexión” con el mundo de la geoingeniería es el polémico científico atmosférico Ken Caldeira, vinculado también a Intellectual Ventures, la “startup” detrás de Terrapower.
Hasta la fecha, y según el propio Caldeira, Gates ha invertido 4,5 millones de dólares de su propio bolsillo para la investigación en el futuro energético, con especial dedicación también a la obtención de biocombustibles a partir de algas de Sapphire Energy y a la iniciativa del electroquímico Nathan Lewis y el Instituto de Tecnología de California.
“Si pudiera formular un deseo para los próximos 50 años sería reducir drásticamente la cantidad de CO2 que enviamos a la atmósfera”, fue la particularísima respuesta del fundador de Microsoft a la pregunta del millón, lanzada al aire por los organizadores de TED: “¿Qué necesita el mundo ahora?”.
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