Confirmar aunque sea la existencia de un microorganismo viviente más allá de nuestro planetas, será, sin duda, uno de los grandes hitos científicos del futuro. La gran pregunta es por dónde empezar a buscar.
Según el diario español ABC.es, los investigadores parecen haber encontrado las pistas más fiables, aunque es posible que en los próximos años, especialmente gracias a los avances en la búsqueda de planetas fuera de nuestro sistema solar, aparezcan nuevos y prometedores lugares.
METEORITOS: “CIGÜEÑAS ESPACIALES”
Cuando se encontró un meteorito en la Antártida y en 1996 se hizo mundialmente famoso por un detalle especial. Llamado Allen Hills 840001, de 13.000 años y proveniente de Marte, mostraba unos posibles índices de vida extraterrestre. Hasta ahora no se encuentra una respuesta definitiva sobre el descubrimiento.
En caso de encontrarse vida en este meteorito, se podría confirmar la teoría de la panspermia , cuyo significado es de “semillas en todas partes”. Esta teoría se refiere a que la vida llegó a la Tierra, probablemente bacterias o microorganismos altamente resistentes, proveniente del espacio por medio de asteroides, cometas o meteoros.
MARTE: EN BUSCA DE FÓSILES
Este planeta siempre ha sido un blanco de investigación para los científicos. Esto se intensificó desde que se descubrió agua helada en su superficie en el 2008. Al año siguiente, la NASA encontró metano en la atmósfera. Adicionalmente, existen algunas evidencias de que antiguamente el Planeta Rojo era cálido y húmedo.
EUROPA: ¿PECES EN OCÉANOS SUBTERRÁNEOS?
No nos referimos al continente, sino a la luna de Júpiter. La particularidad de este astro es el gran océano subterráneo que se cree que existe. Según una investigación de la Universidad de Arizona , el tamaño de estos posibles mares es tan grande que encierra el doble de agua de la Tierra y podría contener 100 veces más oxígeno de lo que se estima hasta ahora. Estas son evidencias muy ricas para albergar vida. No solo de microorganismos, sino una “macrofauna” tan grande como todos los peces terrestres.
CALISTO: PRUEBAS DE UN OCÉANO SALADO
Calisto era denominada por los científicos como “una luna muerta y aburrida”. Sin embargo, al igual que Europa, este satélite de Júpiter podría tener un océano salado bajo su superficie. Otra evidencia es que el campo magnético de Calisto había variado, lo que podría suponer la existencia de corrientes.
TITÁN: ALGUIEN RESPIRA SU HIDRÓGENO
Esta luna de Saturno posee una compleja actividad química y se podría comprobar alguna forma de vida basada en el metano. Un primer estudio al respecto muestra que el hidrógeno de la atmósfera desaparece casi por completo cuando llega a la superficie, por lo que podría estar siendo respirado por algunas criaturas.
ENCÉLADO:PRESENCIA DE MASAS DE AGUA
Este satélite natural de Saturno puede contener agua en estado líquido a poca profundidad de su superficie. Estos datos fueron enviados por la nave Cassini en el año 2005. También se encontraron hidrocarburos, carbono y todos los ingredientes necesarios para la existencia de vida.
EXOPLANETAS: CLAVES PARA LA VIDA
Un exoplaneta es un cuerpo planetario que se sitúa fuera de nuestro Sistema Solar y orbita otra estrella distinta al Sol. El primer exoplaneta que el hombre ha explorado fue el HD 209458 en 1999. Algunos de ellos tienen particularidades como señales de una atmósfera compuesta por agua, metano y CO2, ingredientes claves para la vida.
NEBULOSA DE ORIÓN: AGUA Y MONÓXIDO DE CARBONO
El telescopio Herschel descubrió productos químicos orgánicos, señales de vida, en la nebulosa de Orión, situada a unos 1.500 años luz de la Tierra. Mostraban el patrón de picos de varias moléculas que sostienen la vida: agua, monóxido de carbono, metanol, ácido cianhídrico, óxido de azufre y dióxido de azufre, entre otros.
ESTRELLAS ROJAS MORIBUNDAS: TRAEN VIDA A PLANETAS CONGELADOS
Un equipo internacional de astrónomos descubrió en 2005 que las estrellas gigantes rojas moribundas podría actuar como un desfibrilador y traer a la vida a planetas congelados.
Cuando una estrella muere, en su fase de gigante rojo, aumenta su tamaño y brillo rápidamente, y explota en una oleada de radiación solar. Si los rayos de la estrella moribunda llegan hasta una luna o exoplaneta helados, este mundo puede derretirse y aparecer el agua líquida, preparando el escenario para la vida.
IO: POSIBLES SOBREVIVIENTES
Io, ha sido uno de los satélites de Júpiter que ha pasado desapercibido como posible contenedor de vida. Sin embargo, es el cuerpo con mayor actividad volcánica del Sistema Solar.
Por más que no se han detectado moléculas orgánicas y cuenta con una atmósfera extremadamente fina, desprovista de vapor de agua detectable, los investigadores de la Universidad Estatal de Washington creen que pudo haber sido un hábitat más amable en el pasado y que hay una oportunidad de que alguna intrigante forma de vida haya sobrevivido hasta la actualidad.
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